Luciano Lozano. Nací el mismo año que el hombre viajó a la luna por primera vez. Quizás por eso, desde pequeño, he viajado mucho. Llevo diez años trabajando como ilustrador. Antes, estudié turismo, y todos mis trabajos habían estado relacionados con los viajes, desde agencias de viajes a trenes y aeropuertos. He estado en Japón dos veces. La primera fue una aventura de cinco días en Tokio sin reserva de hotel y sin saber muy bien qué hacer. Volvía de mi primer curso de ilustración en Londres y me pasé los cinco días dibujando. Me sorprendió enormemente el sentido de la estética japonesa, y tengo la sensación de que ese viaje y esa estética van unidos, de alguna manera, a mi trabajo de ilustración. Ahora vivo entre Barcelona y Benalmádena, en Andalucía.
Me gustan las palabras pero también los silencios; las letras y los espacios en blanco; los amigos y la soledad; barajar todas las opciones para luego dejarme llevar por la música del azar, porque hay un momento para todo. Mi mayor certeza es que no debemos dar nada por sentado.
El trabajo para este libro ha sido laborioso pero también muy fluido. Como todas las cosas en la vida, este proyecto me ha llegado en el momento justo.