El ser humano dispone de un cerebro y una mente con unas capacidades que van mucho más allá de los estereotipos de supervivencia. En Cerebro y trascendencia, Ramon Maria Nogués (Barcelona, 1937), catedrático emérito de biología (UAB) y sacerdote escolapio, denomina con el término transcendencia este tipo de actividades no orientadas a la supervivencia: la búsqueda de la belleza, el interés por la ética o el desarrollo de acciones simbólicas. La transcendencia no es, para el autor, solo religiosa, sino que impregna toda la vida humana y discurre por la estética, la ética, la religión, el nacionalismo, la pasión amorosa, la palabra y el símbolo.
En Cerebro y trascendencia, el autor estudia al detalle —y, a menudo, con polémica— cuestiones como la singularidad humana, la emergencia del yo, el bordado del mundo mental, la trama fina de la trascendencia, sus modalidades y configuraciones (religión, creencias y espiritualidad)… La trascendencia no es analizada como un fenómeno del mundo mental que solo se expresaría de manera descompensada en el mundo religioso, sino como una constante de la mente humana que necesita, precisamente, ser atendida en un marco orientativo bien delimitado con el fin de mantener adecuadamente la estabilidad del original psiquismo humano.
Ramon Maria Nogués afirma: «Los humanos tenemos una tendencia irrefrenable a buscar las razones últimas, y sospechamos que hay realidades últimas que no controlamos, simplemente porque nuestro cerebro es fruto de una evolución darwiniana y, en consecuencia, estamos preparados esencialmente para sobrevivir.» Nogués subraya que las capacidades conscientes de los humanos desbordan de una forma desproporcionada cualquier realidad animal: «En todos los animales existe un cierto nivel de consciencia, pero la explosión de la consciencia hacia la trascendencia es muy característica del mundo humano.»
El ser humano, a diferencia de los primates de su entorno evolutivo, dispone de un cerebro y de una mente con unas capacidades que van mucho más allá de los estereotipos de supervivencia. Los humanos presentamos obsesivamente actividades de lujo: la búsqueda de la belleza, el interés por la ética, la organización de actividades de ocio, el despliegue de acciones simbólicas… Ramon Maria Nogués denomina con el término trascendencia este tipo de actividades no orientadas a la supervivencia. La trascendencia no es únicamente religiosa, sino que impregna toda la vida humana y discurre por la estética, la ética, la religión, el nacionalismo, la pasión amorosa, la palabra y el símbolo.
Ignasi Moreta, editor de Fragmenta, comenta a propósito del libro Cerebro y trascendencia: «Los estudios sobre el cerebro han tenido, en los últimos años, un gran desarrollo. Pero se requería esta tarea de clarificación de todo lo que se ha ido publicando para disponer de un estado de la cuestión fiable y puesto al día. El libro de Ramon Maria Nogués parte de un conocimiento de primera mano de la bibliografía internacional más reciente dedicada a la temática, como lo prueba la amplísima bibliografía final. Y tiene la originalidad de poner el acento en la trascendencia, pero dando a este término un sentido muy amplio: la mente humana no se orienta solo a la supervivencia, sino que desarrolla actividades “de lujo”; este “lujo” es, para Nogués, la trascendencia.»
Ramon Maria Nogués (Barcelona, 1937) es catedrático emérito de antropología biológica de la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha hecho estudios de pedagogía, filosofía y teología, y es doctor en biología por la Universidad de Barcelona. Trabaja en genética de poblaciones, especialmente en poblaciones humanas aisladas. Ha estudiado temas de neurobiología evolutiva y ha colaborado en equipos interdisciplinares de neuropsiquiatría con la Fundació Vidal i Barraquer. En este contexto ha analizado cuestiones relativas a la neurobiología de la religiosidad. Ha intervenido en estudios de bioética y en comisiones oficiales sobre esta disciplina. Es escolapio desde 1955 y presbítero desde 1961. En Fragmenta ha publicado Dioses, creencias y neuronas. Una aproximación científica a la religión (2011).